¡Como pez en el agua!

“Mi padre trabajaba en la piscina de Cluses como técnico de superficies. Mi hermana mayor y mi hermano solían nadar. Tenía sentido que siguiera sus pasos. Fue especialmente el medio acuático lo que me interesó en mi infancia, mi gusto por la natación y la competición se desarrolló a lo largo de los años, a través de encuentros que me introdujeron en el vasto mundo del deporte”.

Nadador, deportista, rostro del territorio
En la cuenca

¡Un historial completo!

“Comencé como todos en las competiciones departamentales, luego pasé a la región y al Campeonato de Francia. Mis resultados en el Campeonato de Francia me abrieron las puertas al equipo francés y a las competiciones internacionales. En sí la ruta es sencilla, sólo hay que seguir el camino.

Soy doble medallista olímpico. Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, medallista de bronce en los 100 NL y Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, medallista de bronce en los 100 m mariposa”.

¡Bajo los aires de La Marsellesa!

“Un podio, sea el que sea, siempre se vive de otra manera. Mi podio en Seúl fue una auténtica sorpresa y la primera medalla francesa para todo el equipo olímpico. Tenía 20 años, eran mis primeros Juegos, no creo que tuviera tiempo de darme cuenta de lo que estaba pasando y lo que significaba subir al podio. Me di cuenta después, bajando del podio y los días siguientes con el constante reconocimiento del mundo deportivo presente: los telegramas que no dejaban de llegar y la fiesta organizada a mi regreso por la ciudad y los Clusiens.

El podio de Barcelona fue diferente. Estaba en un periodo de dudas, quería un título olímpico y sabía que sería muy complicado. Haber conseguido subir al tercer escalón del podio fue un alivio. Me sentí muy feliz, conmovido y aliviado de haber logrado esta hazaña”.

¡No hay ningún secreto!

“Tienes que creer en tus sueños y no dejar que nadie te haga dudar de tus capacidades. Luego tienes que trabajar, cuestionarte y enriquecerte con el mundo que te rodea y te permite avanzar”.

Créditos Charles Savouret

Vida después de alto nivel

“El reciclaje ya no debería existir, deberíamos poder ofrecer un proyecto dual a cada deportista desde el final de la escuela secundaria. Cosa que hoy no es así así que no hay reglas, cada uno hace lo que puede. El deporte es una maravillosa escuela de vida. A lo largo de su carrera, los deportistas desarrollan habilidades que les beneficiarán en el mundo empresarial. Sólo tenemos que confiar en él y apoyarlo en sus futuras elecciones de vida”.

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